Ubicado en Urubamba (en el Valle Sagrado de los Incas) es un hotel cápsula que llama la atención a los turistas por estar colgado a 400 metros de altura. El hotel está compuesto de tres módulos que tienen capacidad para cuatro personas cada uno (las habitaciones) y uno más redondo donde es posible desayunar y cenar (el restaurante). Fabricados en aluminio aero-espacial y policarbonato de alta resistencia, la dimensión de cada módulo es de 7,5 m de largo x 2,6 m de alto y ancho, y tanto las paredes como el techo son transparentes.
Para llegar hasta los 400 metros de altura hay dos opciones: la vía ferrata (subir con mosquetones y arneses lleva un poco más de una hora) o subir caminado, por 2 horas, pasando por un circuito de ziplines. Dado el check in tan particular del hotel, los guías realizan una charla previa donde enseñan algunas medidas de seguridad básica.
Una vez dentro del módulo, los pasajeros se pueden quitar el arnés, ya que la única forma de salir es por la escotilla de salida ubicada en la parte superior del módulo. Si bien no hay aire acondicionado ni calefacción, las cápsulas poseen seis ventanas y cuatro ductos de ventilación. ¡No apto para los que sufren vértigo!