Viajes y tramites

Lugano – la ciudad más grande de la región de vacaciones del Ticino, no sólo es el tercer centro financiero en importancia de Suiza, centro de congresos, de la banca y comercial, sino también la ciudad de los parques y las flores, de villas y edificios religiosos. Con su encanto mediterráneo, Lugano ofrece todas las ventajas de una metrópoli y a la vez el aire de una pequeña ciudad.

En una bahía en la orilla del Norte del lago de Lugano, rodeado por varias montañas de vistas panorámicas, encontramos a Lugano. El casco antiguo cerrado al tráfico, los numerosos edificios al estilo lombardo, museos exclusivos, las montañas, el lago y un calendario repleto de espectáculos invitan a visitar y disfrutar la ciudad y al dolcefarniente. Gracias al clima suave, Lugano ya es en primavera, a la hora en que florece la camelia, un popular destino de viajes. 

Der El centro del pueblo con plazas y arcadas de tipo sureño así como numerosos parques con plantas subtropicales como, por ejemplo, el Parco Civico en la orilla del lago invitan al dolcefarniente, es decir a disfrutar de la vida y no hacer nada. En el paseo ribereño se extiende el jardín Belvedere. Aparte de camelias y magnolias numerosas plantas subtropicales así como obras de arte modernas adornan el parque. 

El elevado nivel de varias exposiciones atrae a personas interesadas a la ciudad de arte y arquitectura. En el MASI (Museo d’Arte della Svizzera Italiana) se exponen cuadros por ejemplo de Klee, Jawlensky, Renoir y Degas. El Ticino y especialmente Lugano se convirtieron en los últimos 50 años en una importante región arquitectónica. Los representantes más conocidos de la escuela del Ticino son Luigi Snozzi y Mario Botta. La Banca BSI (Viale Franscini) y el Palazzo Ransila (Via Pretorio) de Botta o bien el propio estudio en la Via Ciani son ejemplos excelentes al respecto. 

Desde las dos montañas caseras de Lugano, Monte San Salvatore y Monte Brè, se disfruta de una vista panorámica hermosa a la ciudad, al lago de Lugano y al escenario alpino. Del Monte Brè baja un sendero hermoso al pueblo Brè, que conservó su típico encanto de pueblo del Ticino, contando con refinadas obras de arte. Desde San Salvatore una excursión popular lleva al turista por la hermosa Carona hasta el lago de Lugano en Morcote. El viaje de retorno en barco supone un fin digno de tal excursión. Otras excursiones terminan en el pueblo de pescadores Gandria, en el Monte San Giorgio así como el Monte Generoso y el mundo liliputiense de Swissminiatur cerca de Melide.