Viajes y tramites

Wellington es la capital de Nueva Zelanda con cerca de 600 mil habitantes, además de ser la capital cultural del país. Es también la sede del Gobierno y del Parlamento de Nueva Zelanda. Es una ciudad bastante moderna y estructurada construida en arrinconas de montes con vista para la Bahía de Port Nicholson. Una de las cosas buenas de Wellington, es que la ciudad es compacta y fácil de se locomover a pie. Toda la parte portuaria fue transformada en una inmensa área de ocio, con parques y muchas atracciones rodando todo el tiempo. El comercio es rico y vario, con tiendas ultra sofisticadas, y muchas cosas conectadas a los artes. El centro tiene edificios altos y modernos, y calles bastante movidas. La ciudad tiene dos niveles, un plan bajo donde se queda el centro, y otro en lo alto, donde se concentra el área residencial. La bahía es bonita, y a pesar del gran volumen de navíos y barcos, tiene agua transparente. El único problema que a las veces asola los Wellingtonians, es un ventinho sin vergüenza, que cuando sopla, hace del aeropuerto la atracción turística número uno y tienese la impresión que el piloto esta borracho intentando aterrissar el avión. La ciudad es sofisticada con renta per cápita por encima de Auckland y con una población que adora el aire libre. Existe gran mezcla de nacionalidades, y culinaria de casi todas las partes del mundo.Wellington ofrece excelentes opciones de estudio, trabajo y alta calidad de vida.

Depués de un paseo por el parque al borde del puerto, el soplado turista podrá subir por el funicular (cable car) hasta la parte alta de la ciudad para el barrio de Kelburn. De allá da para ver toda la bahía y la ciudad (foto). Es barato y interesante, pues además de la vista, el carrito sube en raíles en un plan inclinado, siendo que sólo existen dos funiculares iguales a ese en todo el mundo. El dicho sale de la Lambton Quay y acaba en el Jardín Botánico. Otro lugar interesante y que el funiculado turista no debe perder, es una visita al Beehive (foto), construcción tal cual un bizcocho de prometida, que es la sede del Gobierno. Al lado, se queda el Parlamento, llamado de House of Representatives. Ambos están en la Bowen Street, y se puede visitarlos todos los días de la semana en el horario de expediente. Tiene hasta un tour guiado, donde usted aprende sobre el trabajo de los políticos y del Gobierno (gratis). Otra cosa a la nivel de curiosidad, es que por Wellington estar encima de un fallo geológico y ser susceptible a terremotos, muchas construcciones fueron erguidas encima de tacos de goma gigantes, incluyendo edificios gubernamentales. Para los Surfistas, Palliser Bay tiene altas ondas caso el viento coopere. Si no le gusta agua fría, el Oriental Parade, que acompaña la bahía, tiene parques a la riba mar, es un bonito paseo a pie. Al final de ella, un subúrbio de casas y mansiones enclavados en el monte, proporcionan excelentes composiciones para fotografías. Volviendo por la calle interna, paralela a la riba mar, tiene un monte de tiendas bien interesantes, y también muchos pubs, que a la noche se quedan repletos de gente. Wellington es una ciudad cultural, llena de figuras interesantes en las calles, llena de bares, restaurantes, cines, shows de Rock, Óperas, Ballet, finalmente, tiene todo en abundancia para todos los gustos. El Museo Nacional, Te papa es uno de los mejores museos de artes en toda Nueva Zelanda, y es imperdible.