Conocida como la Venecia de Brasil, una ciudad que sin estar dentro de los lugares turísticos de Brasil más conocidos, encanta fácilmente por el contraste entre sus bellas arquitecturas coloniales y modernos rascacielos, junto a un idílico litoral con arrecifes de coral y aguas cálidas ideales para la práctica de snorkel.
Un vasto patrimonio natural e histórico-cultural situado en sus entornos, complementan los atractivos de la ciudad, figurando entre éstos sitios de maravillas coloniales, como Olinda o Igarassu, situados a a solo pocos kilómetros de Recife, o el paraíso natural del archipiélago volcánico Fernando de Noronha a solo 1 hora de vuelo.
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