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Sevilla, capital de Andalucí­a, ciudad romana, árabe, renacentista, barroca, americana, mariana, flamenca, torera, moderna, festiva, luminosa, perfumada, marinera, tradicional, hospitalaria, graciosa, cosmopolita, religiosa… Todos estos adjetivos y muchos más se podrí­an añadir a esta ciudad, que además de personificar el tópico de lo «español» y lo «andaluz», guarda tal cantidad de atractivos artísticos, culturales, de ocio, sociales y turí­sticos que serí­a prolijo enumerar; pero que la han convertido en una de las ciudades más universales, conocidas y visitadas del mundo, cuna e inspiración de escritores, pintores y artistas en general. Las 10 mejores cosas que hacer en Sevilla 1. Visitar el Real Alcázar de Sevilla En todo listado titulado qué ver en Sevilla debería estar. De hecho, no deberían dejar salir de la ciudad a nadie que no haya visto el Alcázar de Sevilla. Este maravilloso conjunto arquitectónico fue originalmente un palacio islámico de una belleza extraordinaria que se conserva en gran parte. Con el paso del tiempo y, en consecuencia, de los importantes cambios históricos, se fueron adicionando edificios como el Palacio Mudéjar de Pedro I, decorado con magníficas filigranas, o el sobrio Palacio Gótico de Alfonso X. No solo eso. No nos equivocaríamos si decimos que los Jardines del Alcázar son unos de los más bonitos del mundo. Aunando caracteres árabes, renacentistas y modernos, pasear por ellos es un auténtico placer y, toma nota, durante todo el verano se celebran conciertos nocturnos en este marco incomparable por solo seis euros la entrada. 2. Vivir como un sevillano la Feria de Abril La Feria ya guarda poco de su origen de feria comercial y de ganado pero ha conservado un encanto que hace que todos los sevillanos se desvivan cada mes de abril. El Real de la Feria tiene una superficie de más de 250.000 metros cuadrados repletos de casetas, a las que los feriantes trasladan su casa y en las que se reúnen con los amigos y la familia para exprimir la fiesta al máximo. No dejes de mezclarte con ellos, beber rebujito, hincharte a comer y luego darte un paseo por la Calle del Infierno y montarte en algunos “cacharritos” como si fueses un sevillano más. Ir a la Ferial de Abril es una de esas cosas que al menos una vez en la vida hay que hacer en Sevilla. 3. Perderse por el barrio de Santa Cruz Barrios con encanto en la capital hispalense hay unos cuantos, pero tienes que perderte por el laberinto del barrio de Santa Cruz, un entramado de callejuelas empedradas, plazas y patios que tiene su origen en la antigua Judería de la ciudad. Lo mejor es no llevar mapa y dejarse llevar, pero pregunta a los lugareños por la encantadora Placita de Santa Marta o la Plaza de Santa Cruz y, para finalizar, por la calle Mateos Gago, donde comerse un montadito de pringá en Las Columnas y beberse un vino de naranja en La Taberna Perejiles otra de las cosas que hacer en Sevilla. El barrio de Santa Cruz es otro de esos rincones con encanto, un lugar que hay que ver en Sevilla sí o sí. 4. Entender la Semana Santa sevillana Hasta que no la vivas por ti mismo no serás capaz de entender la pasión de la gran mayoría de los sevillanos por su Semana Santa, otra de las cosas que ver en Sevilla al menos una vez en la vida. Declarada de Interés Turístico Internacional, desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección más de 90 cofradías realizan su estación procesional a lo largo de una engalanada Sevilla. Disfruta del olor de azahar mezclado con el incienso de esos días, los nazarenos, los pasos, el arte de los costaleros y las bandas que los acompañan y no dejes de experimentar la Madrugá (entre el Jueves y el Viernes Santo) cuando la noche se llena verdaderamente de solemnidad. La Semana Santa es una de esas cosas que hay que ver en Sevilla y que, te guste más o menos, seguro no te dejará indiferente. 5. Pasear por la Plaza de España y el Parque de María Luisa Ideada por el arquitecto Aníbal González y construida como edificio principal de la Exposición Iberoamericana de 1929, esta joya del neo renacimiento manierista andaluz deja con la boca abierta a quien la visita. Recorrer todos sus rincones, admirar el canal que la bordea y fotografiarse frente al banco que representa tu provincia española es una de las cosas más mágicas que hacer en Sevilla antes de continuar paseando por el precioso Parque de María Luisa. Refréscate con la frondosidad de este gran parque y no dejes de visitar el Estanque de los Lotos y la Fuente de los Leones. 6. Irse de tapas ¿Tantas cosas que hacer en Sevilla han abierto tu apetito? Conocer la ciudad recorriendo algunos de sus bares emblemáticos es una tarea dura, pero indispensable. Pásate por la Bodega Dos de Mayo para un tapeo variado; el Eslava, para las costillas a la miel; el Rinconcillo, para unos garbanzos con espinacas; la Plaza del Salvador un domingo por la mañana para una cerveza bien fría con patatas fritas y, finalmente, un colmado tradicional como Casa Palacios, en el Porvenir, y siente que has hecho un gran trabajo. Irse de tapas es algo que hay que hacer en Sevilla y que deja siempre con muy buen sabor de boca. ¡Qué aproveche! 7. Maravillarse con la Catedral y subir a la Giralda La Catedral de Santa María es la catedral gótica cristiana con mayor superficie del mundo y visitarla, sin duda, una de las cosas más bonitas que se pueden hacer en Sevilla. Ese bellísimo alminar de 104 metros de altura, la Giralda, es muy similar al de la mezquita Kutubia de Marrakech y le confiere un toque especial al monumento, recordando a la anterior mezquita almohade que ocupaba el actual solar. Guarda unas cuantas horas del día porque tanto las cubiertas de la Catedral como la Giralda se visitan para así obtener unas vistas de infarto del Patio de los Naranjos y de toda Sevilla a su alrededor. Y, un pequeño consejo, si quieres deleitarte con todo el conjunto de la Catedral, no dejes de tomarte una copa en La Terraza del Hotel EME, ¡qué vistas! Desde allí tendrás una panorámica fantástica de muchos de los edificios y monumentos